Nuestros hermanos de Paiján nos invitaron a participar de un encuentro entre las diferentes parroquias del Valle Chicama el cual fue básicamente deportivo. La invitación nos llegó el lunes 20 de febrero donde nos informaban que la actividad se realizaría el día sábado 25 del mismo mes. Como se ve, en tan solo unos cuantos días teníamos que avisar a los jóvenes y organizarnos para evaluar si podríamos participar o no.
Jóvenes participantes
Un día antes fue la reunión en Chocope y aunque no teníamos el personal suficiente para competir los jóvenes se animaron y me animaron también a mí. Al otro día partiríamos a las 8:30 am. Rogaba entonces que los hermanos de Paiján que nos invitaban, los miembro del grupo "Jóvenes Unidos en Cristo" (JUC), nos esperaran y no iniciaran el evento sin nosotros. A estas alturas me causa gracia ese ruego mío y no logro entender el por qué de mi actitud cuando en realidad mi país adolece gravemente de una impuntualidad patológica cuasi genética.
Participando de las dinámicas
El asunto es que partimos de Chocope a las 9:00 am (en realidad con unos cuantos minutos de más) y esto debido a que ni se asomaron los jóvenes que un día antes ofrecieron estar presentes para el evento. Nada de nada. Pero, partimos de todos modos. Total, no iba a dejar en nada a estos nueve jóvenes que sí anhelaban ir al encuentro y pasar un rato de deporte con sus hermanos cristianos de la parroquia anfitriona y de cuantos vendrían también a confraternizar. Sí, partimos a las nueve de la mañana con unos cuantos minutos extras.
Alegre pasacalle por las calles de Paiján
Sorpresa. Al llegar nos premiaron. Increíble. Nos premiaron por ser el primer grupo, de las parroquias invitadas, en llegar. Llegamos tardísimo, pero fuimos los primeros en llegar, y nos premiaron ¡Viva el Perú! Eso significaba entonces que la actividad empezaría muy muy tarde. Y así fue.
Jugando fulbito
Pero estuvo bello. Los jóvenes de Chocope presentaron sus dinámicas y sus cantos a los jóvenes de Paiján y de Chiclín (los jóvenes de Casa Grande llegarían mucho más tarde y de frente al coliseo). Estaban contentos. Luego acompañaron el pasacalle cantando y con globos en mano, en fila, hasta el coliseo José Felix Black donde se llevaría a cabo el encuentro deportivo y donde perdimos tanto en fulbito como en voleibol mixto. No teníamos buenos jugadores para el encuentro; al menos yo en el fulbito soy pésimo y en el voleibol soy recontra pésimo. Por eso me vi obligado a jugar fulbito (no me quedaba otra, pues no había otro para que ocupe mi lugar), sin embargo no jugué voleibol porque eso sí hubiese sido una gran loa a la desfachatez.
Jugando Voleibol
Lo curioso de este grupo de jóvenes de Chocope es que se hacen llamar EJE cuando en realidad no lo son, tan es así que la mayoría de ellos no saben qué significan las siglas. Pero ¿de dónde sacaron tal denominación? Pues, del Grupo EJE de Trujillo cuyos integrantes dieron un retiro (o me parece fueron dos retiros) a propósito del retiro previo al sacramento de la Confirmación. En fin, buscaremos un nombre apropiado. Lo que sí es cierto es que esperamos participar de otros eventos similares o en todo caso organizar uno propio en casa, como antes ya lo hacían los jóvenes de Chocope.
Gracias, Dominus, por todos tus cuidados; fuimos con bien y regresamos con bien. Gracias por ayudarnos a crecer como Iglesia en fraternidad.
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