jueves, 9 de febrero de 2012

LA HUACA DE CAO

Huaca de Cao
Supongo que tenían preparado visitar la Huaca de Cao y la sorpresa a mí me cayó de maravilla. El Padre Edinson venía con el profesor Jimmy, su esposa y el pequeño Lino. Después de mucho tiempo iba a regresar donde el Complejo Arqueológico El Brujo y de pasada recordar bellas anécdotas de los amigos de la Universidad.
Y a pesar de que toda la madrugada había llovido, no tuvimos muchos contratiempos para llegar hasta Magdalena de Cao teniendo en cuenta que la carretera no está digamos en buenas condiciones, pero para lo que estaba hace unos cuantos años es pasable, pero no recalco que con toda la propaganda que se ha hecho al complejo arqueológico todavía no está presentable la carretera. Tengo fe que para el 2020 ya estará asfaltada hasta la misma huaca.
Museo de sitio Cao
Bueno el asunto es que llegamos sin mucha dificultad (no quiero hablar de lo llamados "rompe muelles", porque si el objetivo es romper dichos muelles de los autos ¿eso no es delito? ¿no es atentar contra la propiedad?... pero sólo quería decir que no se debe exagerar en sus dimensiones porque en verdad eso es un serio peligro).
Al llegar vi todo un complejo que se va modernizando de a pocos donde los turistas también van llegando en buen número para alegría y ganancia de todos. Todo perfectamente cuidado y el museo de sitio en excelentes condiciones; pequeño pero acogedor. La Dama de Cao bien custodiada en una vitrina fabulosa.
Guillermo Wiese in memoriam
Sacerdote Mochica moderno
Todo eso le llena a uno de orgullo. Aunque si bien es cierto que soy mestizo de raices paternas y maternas oriundas de Huamachuco, me siento afortunado de haber nacido en tierra Mochica, que comprende al siempre querido y respetado Valle Chicama (y en verdad se debería llamar Complejo Arqueológica del Valle Chicama pues estamos rodeados de más de un centenar de huacas y fortalezas como la de Mocollope, Facalá, Sorcape, Faña, entre otras)
Terminada la excursión fuimos a comer en Magdalena de Cao. La verdad es que todavía le falta a este pueblo adaptarse a un servicio de calidad. Espero que poco a poco vayan arreglando sus locales y vayan mejorando la presentación de sus platos. Claro, es cierto que sólo fuimos a uno, pero la muestra dice mucho. Otro asunto es que la tienda donde venden artesanía estaba cerrada a las tres de la tarde, justamente cuando los turistas y visitantes han terminado de comer y desean dar su paseito por el pueblo y ver qué compran.
Padre Edinson, Jimmy, Padre Oscar y yo
De retorno a casa apreciamos la zafra, la cosecha de la caña de azúcar quemada, la cual era llevada hasta la fábrica de Casa Grande en trailers que jalaban hasta tres vagones. Creo que los Gildeimeister ni se lo imaginaron.
Trailer con tres vagones
Bello paseo para el recuerdo.
Gracias, Dominus.

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