jueves, 9 de febrero de 2012

LA COMUNIDAD DE FARIAS

Capilla de Farias
Interior de la Capilla
Farias es un bello lugar. Pequeño, cercano, con bastantes árboles todavía, y donde la vida transcurre entre todos los conocidos sea jugando fulbito o voley, sea visitando a los vecinos y amigos para cualquier coloquio (incluso para desplumar al prójimo). Como dije, pequeño y cercano en todo lo que concierne a la vida diaria y ordinaria, siempre y cuando no se toque el asunto del credo religioso porque entonces ya no es tan cercano el vecino o el amigo.
Virgen de Fátima
Santa Rosa de Lima
Digo esto porque es una lástima que la fe en este lugar maravilloso se esté agotando velozmente. Es cierto que muchos factores han contribuido a este desastre dejando un aire de regodeo cuando alguien se dice católico o alguien visita a estos cercanos amigos para orar en la pequeña capilla donde está el Santísimo Sacramento, la imagen de Cristo crucificado, el Sagrado Corazón, Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y la imagen de María Virgen de Fátima, patrona y custodia de este pueblo que la festeja todos los años (ya no con la cantidad de gente de antaño) en el mes de mayo. Incluso la imagen del niño Jesús de Praga en la sacristía.
Hoy me tocó visitarlo y supuse la poca acogida que tendría mi presencia, mas me encomendé a tus manos y a tu magnífica voluntad porque bien sabes que estas cositas de si vienen a orar y a aprender lo poco que puedo enseñar en números de una cifra, de dos o de tres, me tiene sin cuidado porque estoy para sembrar casi siempre y espero ser un buen sembrador como lo eres Tú, Dominus.
Niño de Praga
Sagrado Corazón
Una bella Capilla, limpia, ordenada, y un pueblo que parece ya no querer escuchar; como que Tú ya pasaste de moda, o en todo caso si quieres tener raiting empieza por "dar algo" porque ahora -tus hijos dicen así- en esta vida ya nada es gratis "¿Quieres gente en tu Capilla?, pues entonces has milagros, ya que donde hay milagros, entonces donamos la fe con mucho gusto, sino nada". Sí, Dominus, sabes que así te tratan tus hijos, como negociantes con el lema latente y muy presente: "Nosotros oramos, te alabamos... y Tú pagas con milagros y bendiciones".
Pero a mí me envías con las manos vacías de chácharas y signos venidos de Ti, y voy con tan solo lo poco que sé de tu amor a todo lo que has creado y de modo especial para contar el amor peculiar que prodigas a aquella creatura que lleva tu imagen y semejanza: nosotros. La vida dada, el amanecer todavía vivos, es mucho regalo de tu parte y eso prueba la opción que haces por cada uno de nosotros. Por eso nos hemos arrodillado, por eso hemos orado la oración de las rosas a tu Madre, adornada con la oración que nos enseñaste. Fue bello, porque fue tan simple como la vida misma, como el respirar a diario, como el oir y ver.
Gracias, Dominus Iesus, por este bello regalo, por enseñarnos a amarte no como negociantes sino como hijos.
Comunidad Cristiano-Católica de Farias

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