Padre Fortea en el Seminario |
El Padre José Antonio Fortea es conocido mundialmente por un precioso servicio que Dios le ha encargado en este siglo para bendición de muchos. Es exorcista.
En realidad para muchísimos no creyentes y para muchos creyentes (incluso sacerdotes) esto de las posesiones e influencias demoníacas es puro cuento medieval con el cual ya no se puede meter miedo a la gente para que "crean" y tener los templos repletos de fieles. Y todo esto porque afirman, sin sonrojos ni dudas, que cada cosa se puede explicar desde la óptica de la ciencia experimental y positivamente rigurosa.
Y, claro, decir que alguien es exorcista no sólo suscita curiosidad porque se le ve como una de esas cosas raras por lo que dice saber, conocer y vivenciar, sino que además produce cierta aversión (sobre todo en aquellos que se dicen creyentes de Dios y de su Iglesia) porque "uno trabaja tanto para darle a la Iglesia un rostro más conciliador y más realista, y ahora viene un tipo con esto que ya nadie cree". Sí, así pasa, aunque no en todos.
Un gran tipo, un hombre prudente, un instrumento dócil de Dios que nos habla, en pleno siglo XXI, de aquello que el espíritu impuro se ha encargado de negarlo en todos los idiomas y en todos los lugares.
Gracias, Dominus, por haber dado a los hombres -inmerecidamente- tu poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario