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Celebrando la Natividad |
Sabes que estuve alegre y muy ilusionado con el pueblo que hacía referencia a Ti, mas no imaginé que mi estancia entre esas buenas personas, a las que había llenado de mucha ilusión al hablarles de tu bondad, iba a ser tan corta. Celebramos tu cumpleaños y celebramos la visita de los Magos al lugar donde te encontraron junto a tu madre, trayendo para ti oro, incienso y mirra. Sabes el fastidio que me causó el ver a los "poderosos", revestidos de aquella autoridad que proviene de ti, construir inutilidades en agravio del poco espacio que tus hijos lograron ocupar y proyectar por el bienestar espiritual en Faclo Grande al construir una capilla en honor a Santa Rita de Casia. Aún me fastidia ver que en el espacio reservado para los ambientes de la pastoral se haya construido un parque, una plazuela como si la gente de esa zona rural no tuviera necesidades más urgentes como es por ejemplo reparar el techo de la pequeña escuela para que el agua de la lluvia no pase a los ambientes donde los niños estudian. Pero no; se prefiere construir una plazuela en el terreno separado para los ambientes parroquiales, sin preguntar o indagar si ese terreno al menos tenía algún propósito, como diciendo que los rezos y devociones no pueden contra la corruptela de hacer monumentos para la viveza...
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En fin, todo eso me queda como una espinilla que todavía me provoca cierto escozor, cierta incertidumbre por haber hecho un poco más.
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Detalle de la construcción |
Ahora estoy en otra parroquia donde acude buen número de jóvenes con la ilusión de conocerte, Dominus. Sólo te pido me des la alegría para saber responderte siempre con gratitud. Gracias por todo.